La Orilla Infinita
LES LUTHIERS
El arte de hacer reír
agosto 2006
¿Antes de ser luthiers, cuáles eran sus ambiciones?
D.R: terminar mis estudios de Derecho y tocar cada vez mejor la guitarra.
CLP: hace mucho de eso. Mi mayor ambición era la mamadera.
¿Cómo nace Mastropiero, este personaje tan emblemático del grupo?
CLP: fue un híbrido de “Johan Sebastian Masana”, el fundador del grupo, que personificaba al compositor en un espectáculo temprano y “Freddy Mastropiero”. La reunión fue idea de Marcos
¿Cuál fue el primer instrumento que construyeron? Quien lo ideó?
CLP: Gerardo Masana construyó los primeros instrumentos: el dactilófono, el bass pipe, la manguelódica...
¿Ahora trabajan con un luthier externo?
D.R: sí, se llama Hugo Domínguez y es un gusto trabajar con él.
Primero los espectáculos estaban centrados más en la música, en lo instrumental y después fueron incorporando más mímica, ¿cómo fue ese proceso?
D.R: al principio era una mera parodia de un recital de música clásica. Con el tiempo fuimos agregando textos, diálogos y actuando personajes diferentes cada vez.
CLP: siempre es bueno y necesario un poco de mimos.
¿Cómo preparan un nuevo espectáculo?
D.R: una cucharada de talento, dos rodajas de humor, cuatro tazas de música y mucho trabajo… mucho.
CLP: mayormente es fruto de aportes individuales. Las obras o las ideas, se presentan al grupo y éste da su visto bueno o manifiesta su rechazo ruidosa y groseramente.
¿Primero viene la letra y después la música?
CLP: en el 90% de los casos.
D.R: sí, casi siempre es así.
¿Los trabajos están siempre firmados por el grupo entero. Todos participan de alguna u otra manera en la composición?
D.R: sí, aunque hay algunos que escriben más textos, otros que escriben más música y otros que improvisan más sobre los textos, otros que tocan algunos instrumentos, otros que participan en la creación y construcción de los mismos, otros que hacen reportajes … somos muchas personas…
CLP: Creemos que en nuestro caso el todo es superior a las partes. Uno o varios pueden llegar en ciertos casos a no tener nada que ver con cierto trabajo. Pero el autor sabe que su proyecto vale y es potenciado por la existencia del grupo, que siempre - en cierta medida- los demás han posibilitado que su obra exista.
¿Fontanarrosa es el único humorista que los ha ayudado con los guiones? En qué momento recurren a él?
CLP: durante el proceso de creación de una obra. Le pedimos especialmente chistes sobre el tema de esa obra
D.R: nos ayuda desde hace muchos años de manera estable y recurrimos a él especialmente cuando tenemos hambre: cocina como los dioses.
¿En qué países realizaron giras?, Qué sienten al ver las entradas agotadas en lugares que no son los propios?
D.R: en la mayoría de los de habla hispana, en los Estados Unidos, en Israel. Y en definitiva ¿Cuáles lugares no son los propios?... Dice Joan Manuel Serrat que somos habitantes de un solo mundo, ciudadanos de una misma metrópoli. De cualquier manera es hermoso ver agotadas las entradas.
CLP: antes era sorpresa. Ahora nos queda alegría y agradecimiento. Les Luthiers ha sido una bendición para la vida de cada uno de nosotros.
¿Cómo miden la aceptación del público en cada espectáculo?
D.R: por sus caras, por sus risas, por sus aplausos.
CLP: es inversamente proporcional al peso total de los objetos que nos arrojan.
¿Alguna vez el público se rió mucho de algo que ustedes no tenían previsto?
CLP: no. Es cierto que alguna que otra vez en nuestra historia aparecieron chistes donde no los esperábamos. Pero siempre fueron risas menores. Lamentablemente no es fácil producir casualmente una risa buena, franca y sana.
D.R: pero algunas veces ha pasado. Y algunas no se ríen de algo que habíamos diseñado para eso… ¡qué frustración!
¿Hay lugar para la improvisación en medio de un espectáculo?
D.R: sí, no mucho pero hay. Sobre todo en las primeras funciones de cada espectáculo, hasta que se asienta y toma su forma definitiva.
CLP: Daniel y Marcos tienen normalmente sus lugares, que utilizan con extrema cautela. Pero son puntos acotados: espacios que tienen lugar de entrada y salida y que no comprometen el efecto de gags probadamente eficaces.
¿Utilizan o utilizaron alguna vez los espectáculos para hacer denuncias sociales o políticas?
D.R: no de forma directa. Pero se pueden leer críticas o denuncias entre las líneas del humor de Les Luthiers, claro.
CLP: Somos humoristas. No nos consideramos ideólogos ni líderes de opinión. Es más: yo creo que las pretendidas “denuncias” de los humoristas no son sino decir de una manera elegante, ingeniosa, algo que el público sabe y comparte de antemano. La risa surge en esos casos no por la denuncia en sí sino por la satisfacción, la alegría y la sorpresa de encontrar a un artista diciendo desde un escenario y de una manera inesperada, eso que ya pensábamos.
¿La gente espera de ustedes que los hagan reír todo el tiempo?
CLP: creemos que la expectativa principal de nuestro público es reírse. En lo posible, todo el tiempo. Pero además nuestros espectáculos ofrecen una buena cuota de música. Y claro: una parte del público valora esa parte y la disfruta.
¿Qué los pone de mal humor?
D.R: que la gente crea que se va a reír de nosotros todo el tiempo.
CLP: varias cosas. Pero elijo una: el enriquecimiento ilícito de los que poseen cuotas de poder. Llámense políticos, sindicalistas, funcionarios. Todos esos que en el fondo lucran en desmedro del bienestar de la gente a la cual supuestamente representan. Me indigna conocer de tanto en tanto los patrimonios monstruosos de gente perteneciente a esos grupo que -todos lo sabemos pero somos tontamente impotentes- evidentemente nunca tuvo una actividad bien rentada capaz de generar esas fortunas impúdicas.
¿Ha trascendido que hicieron terapia de grupo, qué los motivo a hacerlo y cómo les fue?
D.R: la desesperación por la enfermedad de Gerardo Masana y las ganas de mejorar el trabajo en común. Nos fue de gran utilidad.
CLP: la muerte muy temprana de Gerardo Masana, fundador del grupo, trajo aparejada -aparte del dolor profundo- un cambio grande, un verdadero sismo en la forma de gobierno del Conjunto. Con Gerardo moría el jefe natural y se hizo una obvia cuestión de supervivencia del grupo poder seguir existiendo sin él. Otra razón fue poder manejar los cambios fuertes que se nos fueron dando, tanto en lo interpersonal como en lo público, al crecer nuestro éxito de una manera que no habíamos previsto. Fueron años de dura transición.
¿Se juntan fuera del trabajo?
CLP: algunos nos juntamos con otros. Pero no siempre. Ni con los mismos. Y muy rara vez todos.
D.R: de a dos o tres muy a menudo. De a cinco no tan frecuentemente. Nos llevamos muy bien, sobre todo teniendo en cuenta que es un matrimonio largo…
¿Qué es lo que no volverían a hacer?
D.R: casarnos
¿Tienen cábalas antes de empezar la función?
CLP: Ninguna. Todas las cábalas en las que creen los actores para antes de la función son supercherías. En cambio sí las tenemos después de la función. ¡Esas sí que funcionan! Y las continuamos, sin parar, hasta dos o tres horas antes de la siguiente función.
¿Cuál es el tipo de público que los sigue? Hay un perfil de gente que va a verlos?
D.R: nos viene a ver gente de todo tipo. Mayormente quienes tienen costumbre teatral y muchos jóvenes, por suerte.
CLP: si. Debe ser gente muy inteligente, con fino sentido del humor y vasta cultura
¿Quisieran ser más masivos? Aceptarían un programa semanal de TV?
D.R: ¿¡Más todavía?!
CLP: No me parece posible que el humor de Les Luthiers pueda ser masivo, por lo menos si lo mantenemos en la cota actual de calidad. Casi por definición: el humor de Les Luthiers juega con la inteligencia y con la Cultura, cosa que no abunda. Aunque... ojalá abundara: ¡entonces sí me gustaría ser masivo! No aceptaríamos trabajar en televisión. No es un medio para espectáculos que no aspiren a ser masivos.
¿No han pensado en formar o integrar a nuevos participantes para que continúen con el grupo, ya sea cuando ustedes decidan no seguir más o si quisieran realizar un elenco permanente en otros países?
CLP: lo hemos pensado muchas veces. Pero hasta ahora no encontramos la manera. O por lo menos eso es lo que nos decimos, tal vez en el fondo no queramos.
D.R: sí, lo hemos pensado. Intentamos reunir un grupo de actores-músicos con esa idea y no nos salió. No lo logramos.
¿Conocen si en el mundo han surgido grupos que traten de emularlos?
CLP: a montones. Por suerte fracasan, o tal vez fracasan por eso mismo: porque en lugar de inventar algo tratan de copiar una supuesta receta.
¿Alguno de ustedes dicta clases?
CLP: yo fui docente muchos años y en varios lugares. Entre otros, en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de la Plata. Creo que en la actualidad ninguno hace docencia.
¿Cómo se llevan con las computadoras?
D.R: muy bien. Todos estamos enamorados de al menos una de ellas. Todos las llevamos con nosotros a todos lados. Todos escribimos en ellas, tanto texto como música.
CLP: Yo tengo una relación especialmente feliz y productiva con ellas. Escribo textos, compongo, edito audio con calidad profesional, grabo CDs, DVDs, y muchas cosas más. Y todo esto sin contar la vida de correo electrónico que tengo como la mayoría. Soy “maquero”: conozco del tema y no uso service de ningún tipo. En cierta época de mi vida hasta programaba en assembler como hobbie.
¿Reciben videos, guiones o trabajos de otra gente para que los ayuden a “dar el salto”?
CLP: Recibimos ocasionalmente. Pero creo que somos malos consejeros. Aún para con nosotros somos feroces críticos, imaginate lo que resultamos para un tierno joven de afuera.
Cuando alguno de ustedes no puede estar en el espectáculo, ¿tienen reemplazantes?
D.R: tenemos un reemplazante estable, Horacio “Tato” Turano, que ensaya y viaja a todas las giras con nosotros. Es una gran persona y un placer tenerlo en el banco.
CLP: Tato es multifunción y muy capaz. Puede reemplazar prácticamente sin ensayo a cualquiera de nosotros, de un momento a otro.
¿Cómo es la ecuación: eran conocidos y el trabajo los convirtió en amigos o viceversa?
D.R: éramos amigos y compañeros del coro. Y viceversa…
CLP: no es una ecuación lineal (de primer grado). Ha habido y hay: viceversa, reversa, traversa, etc,
¿Cuáles son los proyectos para este año y el que viene?
CLP: Muchos viajes. En el lapso de un año habremos trabajado unos tres meses en España. Además tenemos México y varios viajes al interior.
Algún día -pero todavía no sabemos cuándo- vamos a estrenar un espectáculo nuevo, la actividad que más nos apasiona, más nos angustia y más nos hace sentir que estamos vivos. Tal vez sea en un año y medio... Te vas a enterar: seguramente lo anunciaremos en los diarios.
D.R: vamos a trabajar hasta fines de diciembre con “Los Premios Mastropiero”. El año que viene tenemos dos meses de temporada en Madrid, luego una corta temporada en Buenos Aires, una gira con orquesta sinfónica en Barcelona, la Mega Exposición con motivo de nuestro cuarenta aniversario en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires y otra gira de diez días en Valencia… Ya me cansé.
Las luces se apagan y los cinco integrantes del grupo, ataviados con sus impecables smockings salen a escena, demostrándonos cada año que se puede hacer reír con inteligencia, elegancia y sutileza. Daniel Rabinovich, Marcos Mundstock, Carlos López Puccio, Jorge Maronna y Carlos Núñez Cortés, mezclan casi mágicamente la música con un humor ocurrente y muchas veces incisivo.
Les Luthiers es sinónimo de risa, ingenio, profesionalismo y talento. Este año han presentado con gran éxito el espectáculo “Los premios Mastropiero”, con el que realizarán giras internacionales. En esta entrevista, Carlos López Puccio y Daniel Rabinovich nos cuentan un poco de su historia y sus proyectos.